Cuando no tengas nada qué escribir

  Toma  tu lista de contactos, desliza tu dedo y llama al primer número que aparezca, puede ser que no le hayas hablado en un buen tiempo. ¡Sorpréndele! no te espera.

  
 Sal a caminar por el vecindario, observa bien y notarás lo mucho que ha cambiado.

   Abraza a quien tengas cerca (cuida que mínimamente sepas su nombre) tómense la mano y alzándola griten: ¡Yu juu! Celebren la belleza de estar vivos.

   Comparte una sonrisa o responde el gesto amable, todavía quedan amigos por conocer.

   Intenta dormir un poco más, recupera fuerzas.

   Canta, desentona esa rola, imita, sacude la testa recordando el concierto más prendido que hayas vivido. Rockea como nunca.

   Pon esa canción guapachosa e intenta dar ese pasito coqueto, se reirán de vos, no importa, de por sí lo hacemos, es envidia.

   Cuando no tengas "nada" por escribir, díctale a Siri, ella sabrá qué hacer. Ten paciencia, tu tarea, artículo, blog o tesis puede esperar. Todo tiene su momento.



Comentarios

Entradas populares de este blog

j

La generación número cuatro. primera entrega.

Las malas palabras